Si recuerdas las cualidades de la respiración, hoy vamos a hablar del ratio, y, en concreto, de cuando la inhalación y la exhalación duran exactamente lo mismo.
Nuestra respiración varía dependiendo de cómo nos encontremos en cada momento. Y a la vez estas fluctuaciones afectan a cómo nos sentimos, por lo que vamos a conocer más en profundidad cómo aprovecharlo a nuestro favor.
Aprenderás a realizar paso a paso esta sencilla técnica, y la podrás poner fácilmente en práctica con una meditación que te aporta equilibrio, claridad y centro. ¡Imprescindibles en estos tiempos!
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Contenido
- Variaciones de la respiración.
- El ratio.
- Dos tipos diferentes.
- Aplicaciones prácticas.
- Sama – Vritti Pranayama.
- Práctica paso a paso
Transcripción
Para seguir conociendo un poco mejor nuestra respiración, hoy vamos a profundizar en una de sus cualidades, el ratio. Ya hablamos de él en el tercer episodio, como siempre, si no lo has escuchado aún te invito a hacerlo, aunque hoy no es algo imprescindible para comprender este tema.
En él veíamos todas las cualidades que tiene nuestra respiración, y que podemos reconocer fácilmente en ella, de cara a conocer nuestro estado en cada momento. Y es que ya sabes que la respiración no es algo fijo, sino que se mantiene cambiando en función de muchos factores.
De esta forma oscilan su tiempo de duración, la cantidad de aire que movemos, su profundidad, su fluidez, etc. Pero además esto podemos llevarlo a cada fase de la respiración, es decir, a la inhalación, la exhalación, y las pausas. Al final hay infinitas combinaciones, ya que la inhalación y la exhalación pueden ser iguales, que es donde nos vamos a detener en el episodio de hoy, y es lo que normalmente damos por hecho que ocurre en nuestra respiración, aunque no siempre es realmente así, pudiendo llegar a ser muy diferentes una de otra.
En estas ocasiones la inhalación y la exhalación se desequilibran y no son iguales. Esto genera diversos efectos en el organismo, y podemos aprovecharlo para modificar rápidamente nuestro estado, pero nos concentraremos en esta parte el próximo día.
Hoy vamos a limitarnos al ratio 1/1, es decir, que la proporción entre la inhalación y la exhalación es 1, ya que son iguales. Recuerda que al hablar de ratio únicamente nos referimos a la cantidad de tiempo que nos lleva coger el aire, en comparación a la cantidad de tiempo que nos lleva soltarlo.
Como te decía antes, de forma inconsciente tendemos a mantener la inhalación igual a la exhalación, pero podemos hacerlo también de forma consciente, así como modificar totalmente la proporción.
De hecho si lo observas el cuerpo ya lo conoce y en ciertas ocasiones lo hace de forma automática, sin necesidad de pensarlo. Así solemos tomar una inhalación más profunda cuando vamos a iniciar una acción importante, o si vamos a enfrentar un reto, como los atletas por ejemplo. Y también hacemos exhalaciones más profundas para ayudarnos a relajar, o a soltar un pico de tensión. Imagina durante un enfado, o al terminar un presentación importante.
Todo esto podemos hacerlo de forma automática, pero lo interesante es conocerlo y hacerlo de forma más consciente para que pueda ayudarte realmente cuando lo necesitas, y que no llegues a alcanzar picos o desequilibrios tan grandes.
Y es que todas estas formas diferentes de respiración modifican tu energía, su cantidad y disponibilidad, debido a que afectan de forma directa al sistema nervioso autónomo.
Éste recoge los estímulos desde el exterior, y da una respuesta a través del sistema nervioso simpático, que regula la activación, o del parasimpático, encargado de la relajación, y de restaurar el equilibrio.
Ya hemos hablado anteriormente de cómo la mente sigue al cuerpo en relación a su postura. Si te interesa puedes volver a los episodios 4 y 8. Hoy vamos a reforzar esta idea, y es que el sistema nervioso autónomo sigue directamente a la respiración. Por eso es una forma tan efectiva a la hora de relajar la mente y ganar enfoque o concentración.
En realidad la mente sigue a la respiración con cierta resistencia, digamos que ella va a tratar de escaquearse por todos los medios si la obligas a seguir un ritmo preciso. Es cuando aparecen las distracciones, las molestias en el cuerpo, de repente te acuerdas de un montón de cosas importantes que tenías que hacer,… Pero no es más que un boicot para que dejes lo que estás haciendo. Porque a la mente le gusta ir por libre y que nadie la controle ni marque el ritmo.
Por ello debemos verlo como un entrenamiento, y mantenerlo. Porque si insistimos en nuestro propósito, al final la mente accede y se rinde.
Puedes ver tu respiración como si fuera un péndulo o un metrónomo, una herramienta que marca el ritmo, que crea una vibración, y va dirigiendo los pasos de la mente. De esta forma ella accede a esa frecuencia y podemos afectarla fácilmente para cambiar su estado. Simplemente con la respiración.
El trabajo con el ratio de la respiración se conoce desde la antigüedad y en sánscrito recibe el nombre de Vritti Pranayama. Vritti se traduce como remolino u oscilación. Generalmente se aplica o refiere a la mente, a sus fluctuaciones y ondas de pensamiento. Pero en este caso tiene que ver con la respiración, y con las variaciones en el tiempo de sus fases. Recuerda que pranayama significa control del Prana, la energía o fuerza vital.
Hay dos tipos de Vritti Pranayama, Sama y Vishama.
Sama-Vritti Pranayama, que es el que vamos a ver hoy, mantiene una fluctuación igual, es decir, un ratio o proporción de 1, ya que la inhalación es igual a la exhalación.
En cambio Vishama-Vritti Pranayama trabaja con una fluctuación o ratio desigual.
Vamos a comenzar aplicándolo únicamente a las fases de la inhalación y la exhalación, pero después se puede ampliar también a las pausas, obteniendo muchas más posibilidades y efectos distintos.
Así te preparas para practicarlo, sentándote en una postura meditativa con la espalda recta.
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración, sólo en observarla, sin cambiar nada en ella. Tan sólo siente el flujo de aire entrando y saliendo.
Tómate el tiempo de relajar para que la respiración se produzca cada vez más fluida, que no haya nada de tensión. Sigue únicamente observando mientras se acomoda su ritmo y se va haciendo más suave.
Mantente totalmente presente.
Y ahora empieza a contar los tiempos de cada inhalación, mientras se van llenando tus pulmones, y también de cada exhalación, mientras se vacían.
No cambias nada aún, tan sólo recoge esos datos para darte cuenta de cómo es tu respiración en este momento, observando a la vez cómo refleja tu estado.
Y con la siguiente inhalación busca ya un ritmo uniforme, no importa su duración, sólo que lo mantengas en ambas fases. Comienza así a tomar aire, cuenta el tiempo que te lleva, y haz que la exhalación dure esa misma cantidad.
Puedes contar hasta 3, o hasta 5, y poco a poco, a medida que practiques elevar esta cantidad.
Pero nunca busques alargar la duración como un logro, ten siempre presente que es mucho más importante mantener la práctica estable, buscando su firmeza y tranquilidad, que hacer tiempos muy largos.
Quédate con la duración que te permita hacerlo estando presente, relajado y cómodo.
Así hoy vamos a hacer una meditación con una duración de 4, es un tiempo muy asequible, así que no vas a tener ningún problema a la hora de hacerlo. Y este tiempo es quien te va a permitir ganar equilibrio, claridad y foco. Podrás experimentar al final este cambio en tu mente.
Después siempre que quieras puedes seguir practicando a tu ritmo el ejercicio anterior, ahora ya te preparas para comenzar juntos esta meditación.
Ahora vamos a pasar ya a hacer una meditación en la que vas a poder mejorar la capacidad de tus pulmones. Te animo a repetirla y a practicarla durante 40 días seguidos, o al menos a hacerla parte de tu rutina, porque puede crear cambios realmente positivos y enriquecer toda tu vida.
Meditación para ganar equilibrio, claridad y centro
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana.
- Ojos: cerrados.
- Inhala de forma continua por la nariz contando 4 tiempos, exhala del mismo modo contando 4 tiempos también.
- Tiempo: 3-5 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén brevemente el aire dentro y exhala.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.